El uso de la fotografía en odontología es ahora una necesidad clínica indispensable a nivel de marketing para tener documentación sobre resultados previos realizados en el centro clínico dental. La recopilación de documentación fotográfica adecuada constituye ante todo un componente fundamental de la historia clínica en términos modernos, al igual que la investigación anamnésica y las imágenes radiográficas.
Este texto pretende resumir – de manera deliberadamente sintética y sistemática – la instrumentación necesaria para quienes se acercan a la fotografía dental.
Primero, la cámara. El mercado se divide en 3 categorías: cámaras digitales compactas, puente y cámaras réflex . Hoy en día suelen preferirse estos últimos. Dentro de los catálogos de los grandes fabricantes se reconocerán modelos más o menos profesionales, a diferentes precios. Teniendo en cuenta que, en principio, es el gran soporte (p. ej. proyección HD en pantallas grandes) el que requiere una calidad de imagen superior, un producto de nivel medio-alto será capaz de satisfacer las necesidades diarias de la gran mayoría de profesionales. En la idea de uso diario, en este sentido, se deben considerar otros factores, como el peso y el manejo del cuerpo de la máquina.
Por lo tanto, se debe agregar al cuerpo de la cámara la lente adecuada para tomas clínicas, especialmente las intraorales. Las lentes macro son adecuadas para este propósito . Cada fabricante ofrece su propio modelo (objetivo original), pero también se pueden utilizar objetivos compatibles más económicos . El objetivo debe garantizar la distancia focal ideal de 100 mm. La apertura -cuya apertura depende de la profundidad de campo y la nitidez- suele abarcar desde la apertura máxima (f2.8) hasta f32.
El dispositivo finalmente se completa con el flash . Hoy en día se suele recomendar el flash anular con dos puntos de luz o, mejor aún, los flashes laterales orientables, que garantizan la máxima adaptación al sujeto.
En este punto, para poder acercarnos al paciente y reproducir todos los registros extra e intraorales, serán necesarios algunos accesorios, que a su vez se ilustran brevemente a continuación.
Primero los espejos . Se trata de herramientas absolutamente indispensables, ya que posibilitan tomas que de otro modo no serían directamente realizables. Vienen en diferentes tamaños y se asemejan a formas anatómicas, también porque en algunos casos se utilizan para separar la mejilla del paciente. Los más habituales son los de cristal (posiblemente tratados para evitar el empañamiento), pero también los hay de metal reflectante.
Los retractores , coloquialmente llamados abrebocas, tienen la función de estirar las mejillas y los labios, dejando al descubierto los arcos dentoalveolares. Hay abridores de boca disponibles en diferentes formas, incluidos los diseñados solo para odontología; si no falta la asistencia, se prefieren las dobles y de material (plástico o metal).
Por último, podemos recordar los contrastes -fondo en inglés- que son aquellos accesorios que se utilizan precisamente para ocultar las telas que forman el fondo del sujeto en primer plano. Son principalmente útiles para documentar casos estéticos.